sábado, 9 de enero de 2010

CAPITULO II. EL MANUAL DE CONVIVENCIA

En la Constitución, Título I de los principios fundamentales, artículo 2, reza: “Son fines esenciales del estado la participación: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes

consagrados en la constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo”.

Así, la participación aparece en tres dimensiones:

ü Como Principio

ü Como Derecho – Deber

ü Como Mecanismo de Acción

Dominios inherentes a la participación:

Saber comunicarse

Saber interactuar

Saber negociar

DEMOCRACIA PARTICIPATIVA

La Institución Educativa: Debe ser capaz de garantizar la vigencia de los Derechos Humanos y convertir la democracia en un hecho cotidiano.

La democracia solo es posible si todos y cada uno de nosotros la vamos forjando día a día.

La participación no sería efectiva si se apoya en un grupo de individuos dispersos. Se debe fundamentar en el reconocimiento y a favor de las condiciones e intereses de la comunidad educativa.

CONVIVENCIA: “Vida en Sociedad orientada hacia el bienestar individual y colectivo”

Los manuales de convivencia son en esencia actos reglamentarios que comprometen a todos los miembros de la Comunidad educativa porque contienen un conjunto de normas y reglas que sirven de ayuda al arte de la socialización para que en un proceso de humanización y personalización basado en la autorregulación se aprenda a convivir y vivir en sociedad; a tener bienestar consigo mismos, comenzando por este pequeño núcleo.

Son un medio y un instrumento para la educación, para la convivencia y para iniciar la formación en una cultura de la legalidad sin la cual es imposible que se experimente la importancia y trascendencia que tiene para la persona la construcción y sustentación del Bien Común como condición sine qua non del bien del individuo

1 .SENTIDO DE LOS VALORES Y NORMAS DEL MANUAL DE CONVIVENCIA.

Mediante el acto de la matricula de un estudiante con sus respectivos padres o representantes legales, inicia su pertenencia a la comunidad del RHIDA de la Vega. A esta comunidad pertenecen también las directivas, los profesores, el personal administrativo, de servicios generales y exalumnos.

Todas las personas que forman parte de la Comunidad Educativa necesitan convivir en un clima de armonía, respeto recíproco y confianza para lograr una convivencia de calidad con la participación activa de todos y cada uno al servicio de la convivencia armónica ya que supone la voluntad de compartir un conjunto de valores y normas que regulen su convivencia como condición para el bien y el bienestar comunes en el logro de los fines de la educación básica y media.

Sin un respeto por los valores y las normas que lo los regulan, tanto el bien común como el bienestar común, serán muy precarios o imposibles y el logro de los fines, objetivos y metas personales se verá amenazado. El trabajo por el bien y el bienestar comunes son condiciones para obtener el bien y el bienestar personales.

Lo anterior advierte, que sin una cultura de legalidad, la convivencia se hace difícil, a veces, imposible, y que los valores y normas más sagrados, o no tienen cabida o están permanentemente amenazados. Este manual de convivencia no es un fin, es un medio. Un medio al servicio de la construcción de un ambiente que permita a todos vivir como personas, crecer como personas, formarse como personas y convivir como tales. Un medio que permitirá al colegio su actividad global en función de los fines y objetivos que caracterizan su propuesta educativa: una educación de común-unión para la humanización y personalización de sus educandos.

2 .LA CONVIVENCIA EN EL RHIDA

El propósito de la Convivencia Escolar en la IED Ricardo Hinestrosa Daza es fundamentar un sistema de convivencia que posibilite acompañar el crecimiento de los niños, adolescentes y jóvenes, promoviendo su desarrollo como sujetos de derecho y responsabilidad, es decir, como ciudadanos.

La Coordinación de Convivencia es el estamento del RHIDA, encargado de promover, ajustar y disponer los espacios de análisis y reflexión frente al sistema de convivencia escolar del Colegio, como resultado de la cultura escolar latente en el mismo, promoviendo la formación de niños, niñas, adolescentes y jóvenes con derechos, pero también con responsabilidades frente a sí mismos y frente al otro.

Los principales objetivos de la Coordinación de Convivencia son:

* Facilitar el proceso formativo, orientando sobre el ejercicio de los derechos y los deberes, y la aplicación de los debidos procedimientos, con miras a lograr una convivencia armónica.

* Despertar el espíritu de autocrítica y superación personal que permita a la comunidad educativa, el ejercicio de la autonomía, en los diversos campos del desempeño social, laboral y académico.

* Desarrollar nuevas formas de Convivencia escolar, que garanticen el respeto a la vida y a los Derechos Humanos:

a) Promoviendo las prácticas de respeto entre los miembros de la comunidad escolar.

b) Promoviendo el diálogo entre los miembros de la comunidad, sobre la base de la concertación, la conciliación y los compromisos compartidos.

c) Fomentando el respeto por el Manual de Convivencia, el debido proceso y el conducto regular en las prácticas de convivencia.

d) Orientando la negociación del conflicto en el colegio teniendo en cuenta el Manual de Convivencia y procurando la satisfacción de las partes.

e) Conformando estamentos del Gobierno Escolar como el Consejo de Estudiantes, la Personería y el Consejo de Padres, facilitando igualmente la elección de algunos representantes del Consejo Directivo.

f) Orientando el Proyecto Grupal en conjunto con los Directores y Directoras de Grupo, al igual que con el estudiante.

2.1 FRENTES DE ACCIÓN PARA RESOLVER LOS CONFLICTOS. Decreto 1850, Cap.3 Artículo 17, numeral 5

La Coordinación de Convivencia del RHIDA propone diferentes frentes de acción, con los cuales da cumplimiento a los objetivos trazados.

A. CONVIVENCIA ESCOLAR

La Convivencia es un largo proceso de aprendizaje que se fundamenta en la experiencia de cada sujeto, en la necesidad del mismo y en la posibilidad de convertir en cambios duraderos en su conducta, que permitan hacer una adaptación activa en lo personal y en lo social. La convivencia se aprende en las diferentes relaciones con los demás, en la posibilidad de respetar al otro aún siendo diferente en su forma de ser.

Por ello el RHIDA dispone de procesos de aprendizaje establecidos en el PEI a través de acciones pedagógicas relacionadas con los valores humanitarios que favorecen las prácticas sanas de convivencia, no siendo ajenos a la multidimensionalidad del ser humano y a las características propias de cada cual.

La Institución Ricardo Hinestrosa Daza reconoce la necesidad de hacer un acompañamiento en el proceso formativo y disciplinario.

B. MANEJO Y RESOLUCIÒN DEL CONFLICTO

La educación se constituye cada vez más en un factor facilitador de prácticas que redundan en una sociedad más justa, entendiéndose educación como prácticas acontecidas al interior de las familias y en los espacios académicos. Por ello el conflicto en el RHIDA se aborda desde tres actores primordiales:

El conflicto escolar no es ajeno a las vivencias familiares y a la formación recibida en su seno, por tal motivo es pertinente la vinculación de los diferentes actores para abordarla, desde prácticas tan sanas como la mediación y la negociación.

EL Manual de Convivencia posee dos procesos para abordar el conflicto entendido éste como la trasgresión a la norma expresa. Es un hecho básico en la vida del ser humano que implica un proceso de aprendizaje cognitivo, afectivo y comportamental, mediante el cual se identifican estrategias necesarias para llegar a una solución

B.1 Proceso formativo

El Proceso Formativo se entiende como aquella instancia encargada de brindar espacios de diálogo entre los miembros de la comunidad escolar, con el ánimo de llegar a acuerdos compartidos y la reflexión sincera frente a la transgresión de la norma establecida en el Manual de Convivencia Escolar. Intervienen en este proceso los profesores, Directores y/o Directoras de Grupo, estudiantes y padres, madres de familia y/o acudientes, dejando constancia de los acuerdos y compromisos en el formato de Entrevista con Padres y Madre de familia y/o anecdotario.

Esta instancia tiene como objetivo generar una reflexión sincera por parte del estudiante, basado en el consenso, la colaboración y una actitud constructiva frente al conflicto.

La Comunidad Educativa aprende con este proceso a tener una visión de oportunidad frente al problema o dilema, actitud indispensable para una sociedad democrática y pacífica.

Este proceso se apoyara en capacitación para el manejo de la inteligencia emocional, talleres de Padres y la creación de unidades de conciliación estudiantil.

B.2 Proceso disciplinario

El Proceso Disciplinario se aplica en el evento de faltas graves dispuestas en el Manual de Convivencia o por la persistencia en faltas leves, una vez firmados compromisos dentro del Proceso Formativo. Tiene como objetivo preservar los derechos de los miembros de la comunidad escolar, fomentando el respeto en las prácticas de convivencia. Intervienen en este proceso el Director o Directora de Grupo, el estudiante, los padres o acudientes del estudiante, el Coordinador de Convivencia y el Rector quien avala las determinaciones a las que se puedan llegar. Los coordinadores de Nivel y el Rector conforman el Comité de Disciplinario.

B.3 El proyecto grupal

Uno de los proyectos más importantes de nuestro RHIDA es el Proyecto Grupal, liderado por los Directores de Grupo, quienes cumplirán con el propósito de abordar situaciones que afecten o generen aspectos positivos al interior del grupo, sobre la base de la discusión y el consenso en beneficio del mismo.

Por lo anterior el Proyecto Grupal permite perfilar el grupo e intervenir en un acompañamiento programado, sobre la base de sus fortalezas y debilidades, fundamentando las primera y depurando las segundas.

Los espacios destinados al Proyecto Grupal se circunscriben a la hora de la Dirección de grupo, en donde se abordarán problemáticas del grupo y sus posibles soluciones.

El Proyecto grupal tiene como eje programático:

Cada uno de estos procesos están respaldados por objetivos, dentro de los cuales se encuentran las entrevistas personalizadas iníciales con las familias, las cuales tienen como propósito conocer las expectativas de las familias frente al Colegio y generar un contacto directo y de colaboración compartida frente a los estudiantes.

El Proyecto Grupal termina con la elaboración de un Diagnóstico detallado, con el ánimo de que en el próximo lectivo, se puedan abordar de entrada falencias del curso y/o fundamentar aspectos relevantes en el mismo.

B.4 Proyecto de convivencia fraterna

El RHIDA conocedor que la escuela, como institución educativa, es una formación social en dos sentidos: está formada a partir de la sociedad y a la vez se expresa hacia la sociedad, tiene como objetivo hacer una reflexión seria de la Convivencia para resignificar el Manual de Convivencia y generar un nuevo sistema evaluativo de la misma, como resultado de la reflexión y análisis de diferentes actores tales como:

Igualmente, en el marco de este proyecto se gestionara el apoyo interinstitucional necesario para prestar la asesoría adecuada y mejorar la calidad en de las relaciones:

B.4.1. Asesoría en Psicología.

  • Hospital San Antonio
  • Centro de Vida Sensorial

B.4.2 A través de las MAAC con asesoría de Cámara y Comercio y PROFIC

B.4.2. Vinculación de la institución con Redes de padres.

B.4.3. Programas recreativos, para el buen manejo del tiempo libre.

  • Centro de Educación física
  • Casa de la Cultura

B.4.4. Salidas culturales como estímulo.

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